julio 28, 2006

DISCO NUEVO
Riot City Blues, Primal Scream







Riot City Blues
Primal Scream
2006, Sony Intl.
Género: rock, blues, electronica



Verdaderos gentlemen del rock y el electro-punk, Primal Scream se perfila como una de las bandas inglesas de más consistencia y persistencia. Desde sus inicios hipsters a mediados de los ochenta, su coqueteo con la electrónica a finales de los noventa y ahora su regreso hasta las raíces del blues, han evolucionado a través de todos los estilos sin perder un sonido único. La banda de Bobby Gillespie ataca de nuevo con un rock clásico palpitante y una agresividad que bandas ‘abuelas’ como U2 o los más cercanos Massive Attack perdieron hace varios discos. Primal Scream suena más fresco que nunca, una tarea difícil en esta época donde todo suena a lo mismo. Apostando por un género aparentemente caduco, en Riot City Blues demuestran que lo básico es mejor, logrando uno de los discos más contundentes del 2006.

julio 27, 2006

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO
The Kitchens of Distinction

El sonido de las bandas famosas de hoy ha sido nutrido por grupos ahora desconocidos, olvidados injustamente. The Kitchens of Distinction fue una banda de breve vida musical (sólo cuatro discos, Love is Hell, 1989, Strange Free World, 1990, The Death of Cool, 1992 y Cowboys and Aliens, 1994) pero congregó fieles devotos a ciertas armonías clásicas. Desde el primer disco se notaron las raíces musicales que nuncan abandonarían: el vértigo moderado de The Chameleons, el lirismo intenso de The Smiths y la parsimonia melódica de The Echo and The Bunnymen. Tal vez éste fue el mayor defecto que los sumió en el olvido a The Kitchens of Distinction: su sonido se parecía a todo y más de un periodista purista en el NME los acusó de carecer de una esencia propia (la voz de Patrick Fitzgerald le debe todo a Morrisey, sin duda) pero me parece que fue, es, una acusación falsa: pudieron haber sido todo menos eso. Es hasta su obra cumbre, The Death of Cool, donde esta banda de Escocia encontró su exaltada gloria: épicas del desencanto arrancadas con títulos hermosos (Mad As Snow y Can´t Trust The Waves, por ejemplo) siempre atados a una guitarra narcótica (cortesía de Julian Swales) y que son necesarios que salgan otra vez a la luz.




julio 20, 2006

Un monopolio más de la música.

México… estado actual: conciertos… muchos conciertos…. ¿Cómo estamos en México? ¿Es posible que nos sigan tratando como un público de segunda clase?

El negocio del entretenimiento es sin duda uno de los que más dinero generan. Y nosotros somos hogar de la compañía de espectáculos más grande de Latinoamérica: OCESA. Esta compañía ha generado un monopolio que realmente atenta contra el desarrollo de la industria y en gran medida de la cultura del público.
Este corporativo posee el control de la venta de boletos, de los centros de espectáculos, la contratación de artistas tanto nacionales como extranjeros y el mercadeo de gran parte de la promoción de los mismos.
Es difícil escapar de su presencia en la mayoría de los espectáculos que presenciamos. Y lo mas difícil es que sin este juego de oferta entre varios promotores, lo que sufre es nuestro bolsillo.
Pagamos en promedio un 10 o 20% más de lo que usualmente cuesta un boleto en los Estados Unidos o la Unión Europea, y la calidad de los espectáculos es mucho menor. A nuestro país llegan los grupos sin su producción, sin los detalles con los que usualmente viajan a través del mundo.
Y cuando vienen con ellos entonces los precios se elevan a casi el doble de lo que usualmente se pagan en otros países.

¿Es justo esto? No.

¿Cuáles son las razones? Esta compañía mantiene una burocracia enorme, que hace de éste un negocio poco eficiente y nosotros pagamos el costo de ello. Trabajar para el corporativo encarece los precios de todo en casi un 40%, producto de una administración lenta y complicada. Cuando poseemos casi la misma infraestructura que existe a nivel mundial, los costos de operación para nuestra industria son difíciles de mantener con ese nivel de ineficiencia. De ahí el resultado que el corporativo nos pasa la factura a la audiencia.

¿Qué resulta de todo esto? Cada vez menos asistencia a los espectáculos y por lo tanto cada vez menos oferta de los mismos.
Es casi imposible para un joven con un poder adquisitivo mucho menor que el de países desarrollados asistir a tres espectáculos en el mismo mes. El corporativo lee esto como falta de audiencia y deja de contratar artistas interesantes y la oferta se reduce a los grandes espectáculos de masas. Incluso ahí se equivocan, ya que su capacidad de negociación es bastante limitada, lo cual va generando una oferta muy limitada de espectáculos para el país.
La centralización de las presentaciones es sin duda un factor que tampoco contribuye a la generación de cultura y de oferta en el país. Es triste pensar que sólo el publico de la Cd. de México tiene tanto el poder económico, como el interés en presenciar espectáculos. ¿ Donde quedan las otras casi cincuenta ciudades del país con mas de 100, 000 habitantes? Hace falta sin duda una visión mucho más amplia para empezar a generar esta oferta y por lo tanto el interés de una parte mas amplia del publico que al final se traducirá en un mejor negocio y una mejor oferta de espectáculos para todos.

Y si no, que le pregunten al show biz en Estados Unidos o la Unión Europea.

julio 19, 2006

ESENCIAL
In the Aeroplane Over the Sea, Neutral Milk Hotel






In the Aeroplane Over The Sea
Neutral Milk Hotel
1998, Merge
Género: Rock alternativo, neo-sicodelia,
indie rock, lo-fi



Hay obras, como la novela 'En sangre fría' de Truman Capote, o la serie de pinturas que hizo Goya en Bordeaux, que terminan por quebrar al artista, como si la fuerza de la verdad encontrada fuera demasiado para ellos. Es el caso de este disco, que llevó a Jeff Mangum, vocalista y mente maestra de Neutral Milk Hotel, a retirarse de la música y dedicarse de lleno al ajedréz (¡!). Un verdadero épico del indie norteamericano, sus canciones fluyen de principio a fin detrás de la locomotora voz de Mangum, sus palabras alaridos tragicómicos de historias surreales. De arriba para abajo, entre trompetas esquizoides, guitarras incendiarias y melotrones ominosos, trama una historia de guerra, sexo, fantasmas y espiritualidad sin frenos. In the Aeroplane Over The Sea sigue siendo una obra desconocida para el mundo, una prueba oculta de los límites de la conciencia y la creación como únicas salidas de la angustia que es vivir.

julio 10, 2006

La Filosofía

No se necesita ser un gran pensador para saber que hoy, en pleno siglo XXI, México sufre un triste retraso creativo en comparación con el resto del mundo. Este anacronismo también afecta la economía, la política, la lucha por los derechos humanos, la tecnología, etc.

Así pues, vivimos como hace 30 años el mundo nos dejó atrás: rezagados por la falta de estímulos, de interés oficial por la cultura y las artes, y sobretodo, por el dominio de los medios masivos en manos de compañías mediocres que no hacen mas que recetar diariamente contenidos vacuos y denigrantes a la sociedad.

El mundo de la música, en particular, sufre un periodo de estancamiento que es alarmante a la luz de las nuevas tecnologías, tanto de producción como de distribución. Mientras en el resto del mundo se crean miles de discos en estudios caseros, liberando la creatividad del proceso mercantil, en México parece que ocurre lo contrario - menos discos y peor calidad.

¿Qué ocurre en México? ¿Qué lo hace permeable a las influencias del resto del mundo? El filtro con que nuestros comunicadores presentan este universo de posibilidades mantiene en un alto total la vida artística. La radio no toca música nueva o interesante, la televisión no tiene espacios más que para sus propios 'artistas', los periódicos se escriben por viejos periodistas enmohecidos y las revistas por cuasi-analfabetas que no podrían reconocer el jazz del blues. Eso por una parte; la otra, una élite de artistas complacientes, aburridos y cínicos que juegan a crear con pensamiento de publicista: el chistorete, la ocurrencia fácil. Hay un grave problema cuando nuestra banda de rock más exitosa fue creada a partir de un mal chiste que se estira y estira como chicle viejo y deshabrido.

Al mismo tiempo, los promotores de eventos hacen negocios millonarios ofreciendo pésimos conciertos en pésimos establecimientos bajo pésimas condiciones de servicio, calidad e incluso seguridad. Pareciera que tenemos que implorar a estos organizadores por ver a las bandas que tocan en todo el mundo (y por la mitad de precio).

Es tiempo de cambio en este país, la situación es insostenible...

Por ello, Up to Eleven se inaugura como un espacio alternativo de discusión e información acerca del mundo de la música, presentando contenidos de calidad para levantar el nivel de crítica y reflexión, esperando que esto, a su vez, reditúe en una cultura plena de creación, distribución y presentación de la música que eventualmente disfrutaremos todos.

El equipo de Up to Eleven agradece su preferencia, y esperamos que vuelen frecuentemente con nosotros.