marzo 27, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO
Copia, Eluvium



Copia

Eluvium,
2007, Temporary Residence
género: experimental, ambient, minimal



Mesura en la serenidad:


Matthew Cooper (mejor conocido como Eluvium) ha logrado lo imposible: rozar brevemente la perfección en su nueva obra. En su nuevo disco, Copia, al llegar al final del track dos (Indoor Swimming At The Space Station)ya se puede percibir una fina mesura en la composición: un crecimiento musical en tan poco tiempo en forma limpia y que no termina de asombrar. Lienzos minimalistas que brotan/ que salen a la luz en mareas de notas (el track 4, Prelude For Time Feelers), es perfecta, un sagaz y hermoso torrente que recuerda al concepto del tiempo de San Agustín como memoria incesante, con un piano que taladra hasta explotar con mesura y pausadamente y siempre vestido con los tonos elegantes heredados del Pavilion of Dreams de Harold Budd para terminar en unos elegantes arreglos de cuerdas elocuentes, perpetua deuda con el más fino Craig Armstrong). Fraseos elegantes/casi perennes cuerdas de arena: eso es lo que Eluvium entrega ahora. Ya dejado atrás las composiciones obsesivamente violentas y hermosamente serenas como el clásico Taken (y si no lo han escuchado, lo pueden hacer aquí) para entramar la soledad de un piano/sax/órgano/samples y evocar la herencia del Philip Glass más quieto y claro con la soberana musicalidad del Harold Budd. Un disco hermoso por las resonancias neoclásicas muy ligadas al trabajo de Richter y que casi lo desbordan. Pero los alcances de Cooper son torrenciales: el hermoso track seis (Radio Ballet) cual minuetto a la Mozart desarma con un hermoso piano levitando en un hermoso fraseo post Satie/Eno/Glass y que se viste con acordes brevisimos del primer Wim Mertens ejemplar. Un excelente ejemplo de cómo hacer música despues de haber estudiado a los maestros. Los alcances de Eluvium son descomunales: el track diez (Ostinato), por ejemplo, bajo la melodía de un órgano escalofríantemente bello, recorre brevemente el espíritu de las cantatas de Bach hasta los tratados de órgano bellísimos de Marcel Dupré: misa brevis descomunal. Un disco inmenso.

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