noviembre 28, 2006

DISCO NUEVO
9, Damien Rice





9
Damien Rice
2006, 14th Floor
Género: Indie, Folk, Acoustic



Uno pensaría que al irlandés que vive en Leamington Spa, que comenzó humildemente abriendo los conciertos de Kathryn Williams (todos los "fans" de Closer en la casa: ¿han escuchado a/de Kathryn Williams?), el éxito posterior a The Blower's Daughter y O, además de la arrolladora popularidad del primer y segundo disco de ese imitador posh que es James Blunt, un segundo disco sería catástrofe absoluta. Uno pensaría.

Pero hay quienes entienden que la sencillez puede ser consecuencia del talento verdadero y de una capacidad expresiva sin maquillaje. El nuevo disco de Damien Rice, en las primeras escuchadas, podría parecer una verdadera belleza: en el mismo tenor que O y sus B Sides, 9 está armado por 10 piezas que, sí, por supuesto, faltaba más -estamos a finales del 2006- abreva del folk eléctrico del papá Tim y el junior Jeff Buckley, quizás aspira a los lúcidos momentos de un Dylan, quizás sueña con lograr el lirismo y la gama vocal de un penúltimo Nick Cave; quizás desea el estatus de culto miserabilista de un Elliott Smith. Y sí, nadie se cree aquello de que el album se haya "filtrado" por el Internet antes de su salida comercial: hace tiempo que perdimos la inocencia napsteriana. Sin duda, el nuevo disco de Damien Rice aspira a la grandeza comercial, a las compras masivas navideñas, a la apuesta fácil de novedá para el niño para la niña.

Sin embargo, no escuchen el esnobismo amargueta de los que salvaguardan los panteones indies: en tiempos donde Take That vuelve a dar la vuelta al mundo y Oasis sigue apareciendo en titulares, el que Damien Rice haya podido armar un disco con estas tesituras es verdaderamente admirable.

Con una preeminencia de la guitarra acústica, susurrante pero frontal, el piano y la todavía dulcísima voz de Lisa Hannigan, 9 ofrece una narrativa furiosa que combina dulzura y rabia, celos y ensoñación, brutalidad y caricia. Piezas como The Animals Were Gone y Sleep Don't Weep recogen la probada estética de su sencillo más famoso, pero logran transmitir todavía el deseo por explorar las posibilidades de traducción del amor atormentado a través de la modulación vocal, del juego con el volumen y el silencio, del espacio vacío, enorme, de fondo, como abismo, como arena de circo sin red de protección.

En el mismo tenor pero más decididas a dejar atrás la eterna repetición de lo mismo son la autopística (si es que se me permite la invención del adjetivo) Dogs, una canción hecha road movie, hermana gemela de una The Boy With The Bubblegum de Tom McRae, o Accidental Babies, que en el piano evoca a Rufus y hasta Antony, o Me, My Yoke, And I, que hace del slide un patrón percusivo que recuerda los momentos más brillantes del O. 9 Crimes, el primer sencillo del disco, que apenas apareció ayer con una bellísima versión puramente acústica de un himno al desencuentro y la peripecia amorosa que es The Rat Within The Grain en su transparente lado B, funciona como un homenaje a Kathryn Williams mezclado con toda la estética del Bright Eyes acústico, con la voz de Lisa Hannigan llevando la batuta y creando un contrapunto luz/oscuridad profundísimo y que prueba la capacidad magistral de Rice para hacer canciones bellas, simples, y, por momentos, profundas.

Y sí, en el ámbito del indie folkie uno se pregunta por qué James Blunt vende tantos discos o por qué el O fue semejante éxito -relativo, queda claro- en las tiendas de discos y librerías, existiendo gente como Bonnie 'Prince' Billy (que sacó disco nuevo apenas hace un mes, por ejemplo, sin lograr para nada la notoriedad de la segunda entrega de Rice) o, incluso, Tom McRae, que haciendo música en el mismo ámbito, bella y digerible al mismo tiempo, han sido incapaces de lograr lo mismo. Pero pensemos que vivimos en un mundo donde (casi) nadie sabe quién es Kathryn Williams, y donde una película donde salga Jude Law implica el estrellato, finito, inmediato y superficial. Habrá que saber escuchar más allá de los prejuicios y de las imposiciones del mercado, escuchar este disco en su contexto, que en este caso no quiere decir las otras "novedades" en los racks de CDs a la entrada de la tienda, sino las obras de Bert Jansch, Donovan, Van Morrison, Bob Dylan, Nick Drake, Tim Buckley, Tom Waits, Leonard Cohen, Kristin Hersh, Kathryn Williams, Ani Difranco, Nina Nastasia, Lisa Germano, Will Oldham, Bright Eyes, Badly Drawn Boy, Rufus Wainwright, Ed Harcourt, Beth Orton y un largo, larguísimo et cetera.

Y sí, sin duda, salió justo a tiempo para la temporada navideña.