noviembre 11, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Wings of Joy, de Cranes



Wing of Joy
Cranes
Cherry Red
2007
Reedición


En 1991 hubo diferentes tipos de oscuridad musical. Los discos que atisbaron esos matices oscuros fueron varios, todos ellos esenciales: Recurring, de Spacemen 3, Shotgun Wedding, de Lydia Lunch y Roland Howard, Closed Windows, de Disco Inferno, Love’s Secret Domain, de Coil (según ellos un homenaje a Foucault, pero es todo un tesoro descubrir en este disco su particular versión del poema de Blake, The Sick Rose); The Maria Dimension, de The Legendary Pink Dots, el esplendoroso y perfecto White Light From the Mouth of Infinity de Swans (y si no lo han escuchado, pues...) y, a veces, el Queer de Wolfgang Press. En esa camada destacó Wings of Joy de Cranes (los amantes de música en estos lares, que apenas se quedan en el anecdotario, saben de ellos sólo porque fueron los teloneros de The Cure en Monterrey, pero ignoran que el maestro John Peel sucumbió ante la voz de Alison Shaw y que un agudo periodista del extinto Melody Maker describió el disco de Cranes como “las lágrimas más amargas de 1991.”) Quince años después Wings of Joy ve la luz nuevamente en una reedición exacta que recuerda el mes de septiembre de 1991, cuando la voz de Alison Shaw sorprendia por su alcances tan disonantes en un disco entero (los eps que lo antecedieron no daban una idea cabal de lo que denominó otro crítico del Melody Maker como un: "Scott Walker/Euro-cabaret grandeur" …y escucharlo muchos años después es darse cuenta que conserva una belleza austera y doliente: un requiem lacónico que aún sorprende por el alcance de un piano/cuerdas y con el obsedente falsetto de Alison Shaw que narra torturas interiores; acezantes arreglos de cuerdas que escarban en las muecas sonoras del abandono: porque eso es Wings of Joy. El opening track, Watersong, desnuda el tono de soledad en unas líneas apenas audibles:

this love is in my heart
it's like rain
falling in my arms


El hermoso piano de la canción Tomorrow's Tears aún cobija los recónditos caminos de la agonía amorosa que duele. Hay que escuchar con asombro Starblood y saber que Cranes estaban, en ese disco, a tres pasos adelante de su generación, porque esas amables distorsiones vienen de la escuela de Skinny Puppy y no de My Bloody Valentine; letras que retratan una náusea amorosa:

My wound is deep and may never be mended
you never received the love that I sent
I'll kiss you with my starblood


Como bien lo definió The Stud Brothers en el Melody Maker en 1991, en este disco el ruido es sinónimo de náusea (y no a la Sartre: o sea la soledad no lastima sino corroe.) Quince años después este disco es un compendio de interiores desgarrados o unas tinieblas recónditas que distorsionan un claustro mortecino y que finalmente se revelan en toda su plenitud con los siete bonus tracks, antes sólo asequibles en limitadas ediciones inglesas. Todo un hallazgo.


Tomorrow's Tears



Starblood

1 Comments:

Blogger Ernesto said...

hey, el loveless de mbv no es del 91 también?

me mandaste de vuelta a cuando estuve hangaouteando con ellos en el df.

sigh.

cuando la entrevisté, me enamoré.

9:55 a.m.  

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