RESEÑA
Fischerspooner @ Mansión Club, DF, 20 de septiembre, 2007
Pocas cosas que decir de este evento:
Pésima organización. Una cola enorme para entrar, con una obra negra como bello escenario. Horario incumplido y retraso de todo el show.
Información errónea e incompleta. Unos días antes del evento, cambiaron el show de Fischerspooner por un simple DJ set. ¿Cuántas personas no hubieran comprado boleto de haber sabido esto?
Carísimo, para lo que fue. Yo creía que Indie Rocks!, los organizadores, eran banda. Sin embargo, les parece normal cobrar 35 pesos por una Budweiser tibia o una botella de agua miniatura, y 75 por un trago 'internacional'. ¡Qué indie-centes!
Casi cuatro horas despúes de la hora (programada) de inicio, seguía tocando un b-boy con un espantoso gusto musical y un fetiche inconcebible por el techno basura de los noventa. Su set fue eterno, sentó a todo mundo y hasta le chiflaban para que se bajara. Pero necio, siguió mezclando. Niños: no mezclen, hace daño.
Sólo escuché un rato el siguiente set. Tal vez era Guns n' Bombs. Tal vez no. Quién sabe.
A las 3 y media de la madrugada y después de tantas desilusiones mandé a Fischerspooner al carajo, como antes lo hicieron los organizadores con este evento tan pedorro.
Pésima organización. Una cola enorme para entrar, con una obra negra como bello escenario. Horario incumplido y retraso de todo el show.
Información errónea e incompleta. Unos días antes del evento, cambiaron el show de Fischerspooner por un simple DJ set. ¿Cuántas personas no hubieran comprado boleto de haber sabido esto?
Carísimo, para lo que fue. Yo creía que Indie Rocks!, los organizadores, eran banda. Sin embargo, les parece normal cobrar 35 pesos por una Budweiser tibia o una botella de agua miniatura, y 75 por un trago 'internacional'. ¡Qué indie-centes!
Casi cuatro horas despúes de la hora (programada) de inicio, seguía tocando un b-boy con un espantoso gusto musical y un fetiche inconcebible por el techno basura de los noventa. Su set fue eterno, sentó a todo mundo y hasta le chiflaban para que se bajara. Pero necio, siguió mezclando. Niños: no mezclen, hace daño.
Sólo escuché un rato el siguiente set. Tal vez era Guns n' Bombs. Tal vez no. Quién sabe.
A las 3 y media de la madrugada y después de tantas desilusiones mandé a Fischerspooner al carajo, como antes lo hicieron los organizadores con este evento tan pedorro.
1 Comments:
zaz! qué mal emmanuel, lo siento, qué mala experiencia. uno debería tener la posibilidad de ir y quejarse fuertemente de este abuso, es más a uno le deberían de restituir "algo" de lo que se pierde en esas noches taaan frustrantes y engorrosas. te mando un saludo.
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