junio 27, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Quique, Seefeel




Seafeel
Quique (redux edition)
Too Pure
2007
Electrónica ambiental




...mucho antes de Mouse on Mars, Autechre, Boards of Canada...



Es 1993. Un par de años antes la escena musical inglesa había visto uuna serie deslumbrante de debuts (el primer disco de Saint Etienne, el primero de Massive Attack y el primero de Spiritualized) y el último disco de My Bloody Valentine ya era un testamento irrefutable de la belleza. Con esos ecos a cuesta, el sello inglés Too Pure apuesta por una especie de sonidos nuevos (imposible olvidar el golpe estético de Moonshake con el Eva Luna, el primer disco de P.J. Harvey) pero dentro de la camada de esos sonidos hubo uno que destacó por seguir los pasos olvidados del Chill Out de KLF (explotados brillantemente por Alex Patterson con The Orb en el disco The Adventures Beyond The Ultraworld) Hablo de Seefeel (Mark Clifford, Sarah Peacock, qué hermosa voz, Daren Seymour y Justin Fletcher) un proyecto que antes que nada es el resultado del placer de las horas: es decir el debut llamado Quique es hijo de horas-placer de escucha de Eno/Budd/Fripp/Bryars/Glass/Satie/Art of Noise/ Cabaret Voltaire hasta llegar a los primeros atisbos de Aphex Twin/The Orb/KLF.

Quique de Seefeel es una belleza desde el principio. Pomposamente el disco (de nueve tracks) se compone de 3 dípticos y un tríptico que trazan una armonía delicada de vocales de Sarah Peacock (con toda la veta de las cadencias de la primera Liz Frazer) para armar un fraseo secuencial electrónico minimalista ¿suena muy serio? Al contrario, el disco sólo encarna una unidad que parte de texturas cálidas siempre en crecendo (y por segundos tan serenas como el Thursday Afternoon de Brian Eno) y que, al mismo tiempo, es el antecedente exacto para disfrutar el primer disco de Black Dog (Spanners, 1995). El debut de Seefeel demostró que el talento de Mark Clifford tenía otras miras. No en vano en el EP de los Cocteau Twins, Otherness se aventó un mix de Cherry-Coloured Funk que resulta ser una obra de arte. El Quique es un ejemplo de electrónica mínima al alcance de la serenidad pero sin perder el beat posthouse encarnando un melodioso shoegazing. Paisajes que anteceden a las composiciones lacónicas de Sigur Ros o la plenitud de The Night will Last Forever de Lawrence.
Por eso eso me emociona la edición generosa de ese clásico. El sello Too Pure ha puesto en el mercado la edición especial de esa joya esencial para goce de los admiradores del sonido Seefeel. El cd dos es un tesoro: melodías que no tuvieron cabida el disco ( Is It Now?, la elemental Time to Find me, y Silent Pool suenan delicadas y parece una traición que estuvieran escondidas) ¿ y qué decir de los mixes? Nada, sólo queda el pasmo de escuchar una reelaboración (antojada de imposible para mi) de Charlotte's Mouth o Filter Dub. Una hora de cadencias que vale la pena atesorar por siempre. ¿Por qué Seafeel no fue tan valorado en su momento? En 1993 salió un disco, casi una obra de arte de la arquitectura sonora producto de la mente de un jovencito de escasos 25 años: Selected Ambient Works 85-92 de Aphex Twin.


...para descubrir: Is it Now? de Seefeel




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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pues estoy de acuerdo contigo en la hermosura del disco; pero no en la primera línea. Autechre nació en 91 antes que Seefeel y sus miembros son pilares de esos esbozos culminados de D. James y la Warp. Por otro lado Mouse o Mars son contemporáneos. Los que si llegaron tarde fueron los de Boards.
No deberías restarles importancia a los muchachitos de Sheffield que a mi entender le dan mas a Seefeel que a la inversa.

2:23 p.m.  

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