junio 30, 2007

UNNECESSARY NOISE:
Musica para cuando no para de llover






Igual y nadie lo escucha, pero hay que hacer algo con la vida, ¿no?

EN BUSCA DE SONIDO PERDIDO: Before the Day Breaks/After the Night Falls de Harold Budd y Robin Guthrie





Before the Day Breaks
Harold Budd / Robin Guthrie
2007
Darla

************

After the Night Falls
Harold Budd / Robin Guthrie
2007
Darla




...luz como un principio metafísico de la quietud. Un dualismo de sombras fieles al sometimiento de los ocasos y dispuesto a brotar otra vez en la frescura del amanecer. Luz que desnuda nuestra perdurable presencia en el mundo; pero también luz que en la bruma nos enseña que las sombras hablan en los crepúsculos...


Tal vez la colaboración más esencial de este año. Dos sensibilidades vuelven a trabajar juntas nuevamente para dicha de la belleza. Los escuchas de los Cocteau Twins conocerán las virtudes de esta colaboración. En 1986 Harold Budd trabajó con los Cocteau Twins en el disco The Moon and The Melodies (nada más de imaginar a Harold Budd, Elizabeth Fraser, Robin Guthrie, Simon Raymonde trabajando en un estudio de grabación uno debe agradecer a Dios tanta belleza) y el resultado fue un misterio de ocho canciones serenas de construcción precisa. Desde entonces la colaboración de Budd y Guthrie (el cerebro del sonido de los Cocteau Twins) ha sido pausada (en 2005 hicieron el soundtrack de Mysterious Skin) sin abandonar sus proyectos personales (el Imperial de Robbin Guthrie del año pasado es una transparencia lúcida y Avalon Sutra de Budd seguirá con su luz intacta) Pero en 2007 esta colaboración ya ha alcanzado alturas intensas. Dos discos= 18 canciones. Pero no es así de simple. Me permito citar los títulos de las melodías, porque algunos de ellos son poemas que anticipan un estado extático:

After the Night Falls


1. How Distant Your Heart
2. Avenue Of Shapes
3. Seven Thousand Sunny Years
4. She Is My Strength
5. Inside A Golden Echo
6. Open Book
7. And Then I Turned Away
8. Girl With The Colourful Thoughts
9. Turn Off The Sun


Before the Day Breaks


1. How Close Your Soul
2. Formless Path
3. Minute A Day No More
4. She Is My Weakness
5. Outside Silence
6. Hidden Message
7. I Returned Her Glance
8. My Monochrome Vision
9. Turn On The Moon


¿Qué se pueden ver sólo en los títulos? Intentos de traducción de la claridad, insólitas tinieblas y el dualismo de la luz interpretando sus diferentes matices que nos rodea pero desconocemos. Harold Budd es considerado un poeta del piano. Para mi, desde hace mucho tiempo, es una suerte de sombra interna, una región metafísica de la belleza. Después de escuchar varias veces este par de discos es (y será) imposible decir cuáles melodías son mis favoritas: sería como buscar colores en las sombras. En el cosmos que Budd/Guthrie no caben esas minucias. Hay esplendores instantáneos que son la fuente misma de la luz: porque la noche nos hacer vernos y el día nos oculta.

...algunas veces la luz deja estelas de certidumbre...


....para despertar: el contraste profundo de Budd/Guthrie

How Distant your Heart

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How Close your Soul

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junio 29, 2007

EN BUSCA DE SONIDO PERDIDO: Drums and Guns, Low



Low
Drums and Guns
Subpop
2007
...algunas veces no hay tantas palabras para el desencanto...


¿Es posible que el desamparo sea un sendero cálido? Tras quince años en el terreno musical Low emprende un disco con tintes políticos (no en vano una canción como Sandinista) y de pronto algunas canciones alcanzan status de ser himnos apocalípticos. Drums and Guns abre con Pretty People, sensación de bancarrota vital:



All the soldiers
They're all gonna die
All the little babies
They're all gonna die
All the poets
And all the liars
And all you pretty people
You're all gonna die

El miedo infunde descubrir sonidos y la banda lidereada por Alan Sparhawk ha regresado a sus raíces esenciales con la pausa musical que pide contar historias de desencanto. Por ahora han abandonado aquel sonido melancólico que los emparentó durante un tiempo con Red House Painters y su sonido se expande en loops que empapan de tensión su último trabajo gracias a la producción de Dave Fridmann. Tonos primitivos en tiempos de guerra. De pronto el disco ofrece metáforas de la duración breve de la vida como cualquier entorno de la ceniza (Dust on the window) con el coro casi gospel de Mimi Parker:


Dust on the window
The sun's darkened angle
Write your initials with mine
At this time tomorrow
I'll be just one day closer
One sunset further behind
In the morning I'll make up my mind
Always a whisper
Worthless and tender
A break in my arm that won't heal
You lie like a shadow
Your breath on my pillow
You won't let me keep what I steal
Tell me where can a girl get a meal?

El futuro puede desmorarse pronto. He aquí algunos de sus himnos.





Low: Breaker

junio 28, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Tromatic Reflexxions Von Sudenfed


Tromatic Reflexxions
Von Sudenfed
Domino
2007


...un elaborado/sabio compendio musical de los últimos 30 años...


El servidor de todos ustedes sufre con los supergrupos. Por esa razón no pasa del track 4 de cualquier disquito de The Traveling Wilburys: me da una flojera infinita escuchar los acordes de siempre aprendidos de memoria, sin atisbo de gracia creativa. Pero la música ha gozado de excepciones sublimes. Ahí está This Mortal Coil, por ejemplo con sus tres discos esenciales para sufrir espamos de belleza. Ahí el primer disco emotivo de Recoil (Bloodline, 1993) que agrupa desde Diamanda Galás hasta Moby (cuando todavía hacía algo valioso con el sonido house)...pero el disco que acaba de salir es un compendio de historia musical... ¿Qué es Von Sudenfed? Este supergrupo se reduce a una sustancia musical/una dialéctica histórica, es decir Von Sudenfed es una sintesís mínima de Mouse on Mars y The Fall.

Inútil hablar de la importancia The Fall, inútil explicar la presencia del hijo predilecto de John Peel y más inútil es entender (la mayoría de las veces) su genio creador: Mark E. Smith es, tal vez, el profeta musical de la decadencia, sarcasmo. El mesías que ha dejado de creer en su papel de salvador para despedazar algunas sensibilidades. El sonido Manchester no es The Smiths, mucho menos Oasis: es creación de Mark. E. Smith. ¿y qué decir de Mouse on Mars? Andi Toma y Jan St. Werner han marcado una vanguardia electrónica de diversas vertientes: ambient sucio, electrónica minimalista puramente house o reelaboraciones con reposado dub (Vulvaland, 1998, por ejemplo) Su discografía jamás ha tenido un camino errático porque ha sido el resultado de experimentos aspéros (algunos los consideran demasiados matemáticos) que los han llevado a un esplendor geométrico.

Pues si, Mark E. Smith y Mouse on Mars juntos... ¿qué se obtiene? 12 piezas musicales valiosas que muestran que la vitalidad no es correr en un escenario durante dos horas de concierto como Jagger. No. La vitalidad está emparentada con la visión musical. Porque escuchar a Mark E. Smith con los arreglos de Mouse on Mars es, por lo menos en las dos primeras canciones del disco, escuchar al The Fall del album
The Infotainment Scan o el Fall Heads Roll. Porque la vitalidad es creatividad y apego infinito al híbrido sensual de sonidos. Doce piezas que la verborrea de Smith, con su eterna borrachera en su alma inglesa, contamina y deleita. Apasionado techno funk al servicio de la voz podrida de Manchester. Nada de conflictos: Mark ha puesto las letras y Mouse on Mars las cadencias malsanas. Madres...vitalidad a raudales...brillante.


....Mark se jacta de ser el dj...


Von Sudenfed: Flooded


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junio 27, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Quique, Seefeel




Seafeel
Quique (redux edition)
Too Pure
2007
Electrónica ambiental




...mucho antes de Mouse on Mars, Autechre, Boards of Canada...



Es 1993. Un par de años antes la escena musical inglesa había visto uuna serie deslumbrante de debuts (el primer disco de Saint Etienne, el primero de Massive Attack y el primero de Spiritualized) y el último disco de My Bloody Valentine ya era un testamento irrefutable de la belleza. Con esos ecos a cuesta, el sello inglés Too Pure apuesta por una especie de sonidos nuevos (imposible olvidar el golpe estético de Moonshake con el Eva Luna, el primer disco de P.J. Harvey) pero dentro de la camada de esos sonidos hubo uno que destacó por seguir los pasos olvidados del Chill Out de KLF (explotados brillantemente por Alex Patterson con The Orb en el disco The Adventures Beyond The Ultraworld) Hablo de Seefeel (Mark Clifford, Sarah Peacock, qué hermosa voz, Daren Seymour y Justin Fletcher) un proyecto que antes que nada es el resultado del placer de las horas: es decir el debut llamado Quique es hijo de horas-placer de escucha de Eno/Budd/Fripp/Bryars/Glass/Satie/Art of Noise/ Cabaret Voltaire hasta llegar a los primeros atisbos de Aphex Twin/The Orb/KLF.

Quique de Seefeel es una belleza desde el principio. Pomposamente el disco (de nueve tracks) se compone de 3 dípticos y un tríptico que trazan una armonía delicada de vocales de Sarah Peacock (con toda la veta de las cadencias de la primera Liz Frazer) para armar un fraseo secuencial electrónico minimalista ¿suena muy serio? Al contrario, el disco sólo encarna una unidad que parte de texturas cálidas siempre en crecendo (y por segundos tan serenas como el Thursday Afternoon de Brian Eno) y que, al mismo tiempo, es el antecedente exacto para disfrutar el primer disco de Black Dog (Spanners, 1995). El debut de Seefeel demostró que el talento de Mark Clifford tenía otras miras. No en vano en el EP de los Cocteau Twins, Otherness se aventó un mix de Cherry-Coloured Funk que resulta ser una obra de arte. El Quique es un ejemplo de electrónica mínima al alcance de la serenidad pero sin perder el beat posthouse encarnando un melodioso shoegazing. Paisajes que anteceden a las composiciones lacónicas de Sigur Ros o la plenitud de The Night will Last Forever de Lawrence.
Por eso eso me emociona la edición generosa de ese clásico. El sello Too Pure ha puesto en el mercado la edición especial de esa joya esencial para goce de los admiradores del sonido Seefeel. El cd dos es un tesoro: melodías que no tuvieron cabida el disco ( Is It Now?, la elemental Time to Find me, y Silent Pool suenan delicadas y parece una traición que estuvieran escondidas) ¿ y qué decir de los mixes? Nada, sólo queda el pasmo de escuchar una reelaboración (antojada de imposible para mi) de Charlotte's Mouth o Filter Dub. Una hora de cadencias que vale la pena atesorar por siempre. ¿Por qué Seafeel no fue tan valorado en su momento? En 1993 salió un disco, casi una obra de arte de la arquitectura sonora producto de la mente de un jovencito de escasos 25 años: Selected Ambient Works 85-92 de Aphex Twin.


...para descubrir: Is it Now? de Seefeel




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UNNECESSARY NOISE: Musica para pedir perdon

El segundo epsiodio de Unnecessary Noise. Ahora, Música para pedir perdón. (Etapa de prueba, no se burlen).

junio 26, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: It's a bit Complicated, Art Brut



It's a bit Complicated
2007
Art Brut
Mute/Downtown


punk rock is nicht tot

Art Brut, "Direct Hit", del It's a bit Complicated.




Tomo el segundo disco de Art Brut. Recuerdo que la energía simple y mundana del primer disco (Bang Bang Rock and Roll, 2006), me deslumbró para bien. El opening track "Formed a Band" es una de mis canciones favoritas del año pasado. En ese primer disco, el mundo conocio la voz monótona de Eddie Argos, pero llena de una vértigo que ya quisieran dos o tres banditas nuevas...

Una de mis manías antes de poner un disco nuevo es ver el títulos de las canciones. Tomo el nuevo disco de Art Brut. Leo que la primera canción se llama Pump Up the Volume, inmediatamente pienso que estos jóvenes han caído en una arrogancia sin freno: " ¿a poco le hacen un cover al clásico de MARRS?" pensé sin mucha esperanza. Cuando leí que el último track se llama "Jealous Guy", casi me ahogo de espanto. "Otro homenaje a Lennon", pensé con desgano, (por cierto, ya que recuerdo a ese mito musical, debo decir que en el último homenaje a Lennon, un cd doble apoyando la causa de Amnistia Internacional, sólo valen la pena dos tracks: Jealous Guy a cargo de Youssou N'Dour y Real Love de Regina Spektor, las demás 21 canciones son olvidables) pero donde no pude contener un grito de indignación fue cuando leí que el track diez se llama Nag, Nag, Nag, Nag. "¡Esto es el colmo", pensé "estos mocosos se han atrevido a hacerle un cover a una de las joyas de Cabaret Voltaire"! Craso error, mea culpa lo confieso. No ha sido gratuito el uso de referencias clásicas para burlarse y jugar con el concepto de rock. La banda Art Brut desde siempre ha jugado con guiños a los clásicos para demostrar que el buen rock es para divertirse y para no tomarse las cosas en serio. The boys just want to have fun. Por eso, en la gira europea de año pasado, Art Brut jugueteaba con los acordes de rolas de AC/DC, Metallica, sólo como divertimento pasajero. Nada más por eso. Ahora en lugar de divertirse con los acordes que todo el mundo conoce ¿por qué no jugar con algunos títulos de las canciones que siempre han tenido un referente clásico? El sarcasmo de Eddie Argos y compañia parece no tener límite. Alguien que haya escuchado Nag, Nag, Nag, Nag (originalmente grabada en 1979) de Cabaret Voltaire hasta el cansancio sabrá que la vena que lo nutre es el sonido enfermo de Throbbing Gristle. Pues no: el humor inteligente de Eddie Argos lo convierte en un tratado del escucha/coleccionista de música snob:

I’m learning lyrics from the CD
Inlay to impress people with the stupid things I say



Punk convertido en una escoria del espectáculo, sarcasmo por ser el pop idol del día con la esperanza de durar. Todo un baño de frivolidad divertida. Tal vez Art Brut ha abandonado su energía inicial, pero su inteligencia permanece inmaculada. Pero debo ser sincero: no creo que les alcance para otro disco.

Este cd estará, por seguro, dentro de mis diez favoritos del 2007.





...a disfrutar de Nag, Nag, Nag, Nag...en el tono de Art Brut


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junio 25, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Woke on a Whaleheart, Bill Callahan


Woke on a Whaleheart
2007
Bill Callahan
Drag City


...si yo tuviera la oportunidad de recomendar un disco de Smog sería Red Apple Falls (1997) Un tratado de escombros de las ilusiones que nos hacemos todos los días...



Tentativamente Smog ha desaparecido después de doce discos. Bill Callahan ha abandonado el seudónimo que ha seducido con su minimalismo expresivo a una horda de afortunados. Pero el olvido temporal del término Smog no significa guardar los minúsculos ejercicios musicales en el baúl de los recuerdos. Ahora Bill Callahan ofrece nueves piezas que destacan la certeza de la ilusión y que demuestra que el estatismo musical no es una bandera que le guste enarbolar. No sorprenden los atisbos country, tampoco los gestos mínimos musicalmente hablando (Palo Santo, el disco de Shearwater de año pasado le debe todo a la estridencia calmada de Callahan), deslumbra ya madurez lírica del jovencito Bill (inevitablemente sonando a un Leonard Cohen más sabio). Sólo hay que escuchar el opening track From The Rivers To The Ocean para descubrir que Callahan se ha embarcado es un redescubrimiento personal que no desemboca en un tono sentimental; al contrario, su sabiduría lírica se acumula para dejar atrás las situaciones turbias de antaño (¿quién no disfrutó con goce enfermo esa rola Dress Sexy At My Funeral del Dongs of Sevotion, 2000) Callahan ha dejado atrás la fragilidad de los sonidos a punto de un infarto, donde su voz estaba al borde de un colapso emocional y en este disco ha dado lugar a melodías donde (sin exagerar) los estribillos son impecables (Sycamore). ¿Y qué decir de la crónica del deslumbramiento ante el mundo femenino que se esconde en una recámara? La devastación de la soledad parece no ser el demonio de Callahan en este momento: el páramo de la confesiones compungidas de los doce discos anteriores ha sido sustituido por una melancolía acogedora y única, es decir, Bill Callahan ofrece un corazón elegante.



...para disfrutar: toda una teología melódica de saberse encontrar/abandonar en esa persona...


Bill Callahan: From The Rivers To The Ocean


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Unnecessary Noise (un podcast)


El primer episodio. Los valores de producción son nulos, pero no se burlen. Lo que cuenta es compartir la musiquita y contarles una pequeña historia. No ha parado de llover en Londres.

Esto es Music for Rainy Days, parte I.

Si les gusta la música en el podcast, espero sus comentarios.

(Gracias al Mema por la idea).

junio 24, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Money for All, Nine Horses (David Sylvian)





Money For All
2007
Nine Horses
Pony Canyon



La década de los ochenta tuvo el privilegio de ver florecer a una de las bandas que ha escapado del éxito masivo: Japan. La fama que hoy tiene la ex-banda de Sylvian no es notoria. No pertenece al pop de consumo, pero, caray, su discografía esconde una fuerza primigenia que escasas bandas pueden presumir. La separación de Japan no fue el fin del genio de David Sylvian. Al contrario, cada nuevo disco de él es un manifiesto de ambición artística porque la belleza es posible...

David Sylvian y su hermano Steve Jansen tienen una historia musical abundante. Desde Japan hasta el hermoso concepto Rain Tree Crow (que sólo sacó un disco, pero un disco de verdad hermoso) la mano de Jansen se ha notado de modo ejemplar. Una obra esencial como el album Blemish (el disco más ambicioso de Sylvian hasta el momento) no se puede explicar sin el pulso de la ambientacion de Steve Jansen.

Money for All no es un disco nuevo. Sólo tres de las canciones que componen el cd lo son (Birds Sing For Their Lives salió solamente en la edición japonesa de Snow Borne Sorrow como bonus track, por ejemplo) ¿Qué es lo interesante aquí? El tratamiento infinito y delicado de las formas. Si el Bricolages (Ryuichi Sakamoto, 2006) fue sólo el pretexto para que un grupo de seguidores elegantes del maestro japonés le hiciera un homenaje a su inmenso Chasm, 2004 (de ahí hay que escuchar el remix que Taylor Deupree se avienta del World Citizen, la voz de Sylvian se vuelve un asidero cristalino, de verdad), ¿por qué el maestro Sylvian no puede bañarse una vez más con ciertas canciones de su penúltima obra, Snow Borne Sorrow bajo el nombre de Nine Horses? Antes que nada Sylvian, muestra una vez más que se encuentra a dos pasos adelante que todos. No hay que olvidar que desde el Blemish, David Sylvian se ha obsesionado con los mixes, es decir , con la reelaboracion delicada y fina de su obra. En ese sentido, Blemish tiene una contraparte vital en el disco del siguiente año: The Good Son donde el Blemish ha sido explorado en forma de abstract mininal que dota a la voz de Sylvian de una pausa extraña. Sylvian ha querido que pase lo mismo con ciertas canciones del bellisimo Snow Borne Sorrow. Los mixes ahora estan a cargo de Burnt Friedman que ha encontrado una veta casi jazzística que ilumina el tempo de las canciones originales. El opening track del Snow Borne Sorrow es la bella canción Wonderful World (escalofríante dueto con Stina Nordenstam) en Money For All, Friedman ha optado por escancir la voz de Sylvian en forma respetuosa con arreglos jazzisticos con un bajo de primigenia intimidad. Pero el remix de The Banality Of Evil es un hallazgo: la voz de Sylvian flota es los acordes pausados de una guitarra con todo el eco de Fripp y que gravita con una paciencia natural.

Superioridad sonora en estado puro: una lectura downtempo imposible de emular....


...para disfrutar, Money for All, una nueva canción de Nine Horses...(en tiempos de guerra, he aquí la canción más política de Sylvian)

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5 para viajar


Un nuevo podcast.

5 locaciones, 5 lugares para visitar y dejar ahí lo ocurrido.

Bájenlo directamente aquí.

1. Brazil - Pink Martini
2. Rue de Lis - The Essex Green
3. Istanbul (not Constantinople) - They Might Be Giants
4. Finisterre - St. Etienne
5. Harrowdown Hill (extendend mix) - Thom Yorke

Enjoy.

RESEÑA
La Mala Rodriguez @ Camden Centre, Londres, 23 de Junio 2007


que o no podréis de lástima escucharme...

-Garcilaso de la Vega, 1501-1536






La voz de La Mala Rodríguez me gustó desde que ví Y tu mamá también. Detesté el sample tropicaloso muy de Titán, pero la inclusión de su rapeo fluído me pareció desde el principio interesante. Sólo los verdaderamente talentosos pueden hacer buen MCing en español; es común, como lo ejemplifican Generales, reggaetoneros vulgares y controlesmachetes, que el castellano no se deje moldear por las exigencias de la síncopa hiphopera, resultando en rimas insulsas y forzadas.

Pero La Mala tiene un don: quien en entrevistas se nota tímida y callada, en el escenario es una MC sólida y valiente, con una capacidad lírica envidiable.

Una lástima, sin embargo, ciertas circunstancias que rodearon el show de la Mala Rodríguez en el Camden Centre, un salón multiusos adaptado rudimentariamente para el concierto, con un equipo de sonido prácticamente inútil -sobre todo para un show de esta naturaleza, que requiere, por decir lo menos, unos bajos claros e imponentes-.

Al precio nada accesible de 12 libras (18 en la puerta; cómparese por ejemplo, con el precio por ver a Kimya Dawson, proveniente de Nueva York, y que tocará en un lugar infinitamente más pequeño: 6 libras). Sin embargo, el sentido de solidaridad hispana y la curiosidad por presenciar la primera presentación en vivo de la Mala en la capital de la música pop mundial nos llevó a pagar dos boletos sin chistar.

Así que además de la impresión negativa de atestiguar lo terriblemente mal que se oía (un DJ tras una PC ponía de todo un poco, incluyendo la hermosa colaboración de la Mala con SFDK, "Una de piratas", aunque siempre he creído que es de mal gusto poner una rola del artista para cuyo show estás ambientando, pero bueno), fue un poco sorprendente darse cuenta que prácticamente todo mundo ahí -unas dos cientas personas- era español. Yo sé que los expatriados de todo el mundo tienden a moverse con los de su propia nacionalidad, pero es que aquí todo mundo era de Castilla y hablaban del Madrí y del Atlético en los baños mientras borrachos cantaban Alaska y Dinarama. Así de plano. La barra vendía "bocadillos" como los de las ramblas, de chorizo y queso; la cerveza era española y las bartenders tenían un acento cervantezco conmovedor. O sea que esto era, en pleno Central London, como una fiesta del Colegio Madrid de la ciudad de México. Así de plano.

El "colectivo" abridor, el Cultura Londres Project, fue inaudible por la mala calidad del audio y el altísimo volumen en un salón con una acústica menos que apropiada. El "ingeniero" detrás del PA se rascaba la cabeza con cara de incógnita infinita, mientras yo pensaba que seguro debía sufrir de una sordera crónica. Sinceramente, más parecidos a Kaló o Locomía que a Cypress Hill, la cuestión pasó casi desapercibida.

El turno de la Mala por fín llegó unos minutos después de la media noche. Ahora el sonido estaba un poco más claro, quizá un poco menos alto. Su deejay desplegaba maestría en las tornamesas, haciendo amplio uso del cross fader y los cuts, sirviendo de cuasi-épica introducción a la llegada de la Mala, que entró a escenario flanqueada por tres MC's mulatos, dos hombres y una mujer, cubanos ellos, y casi inmediatamente era ya la segunda pieza y de modo apresurado ya nos estaban recetando "La Niña". De varias maneras ("get down, get down, get down..." "¡pongan sus manos en el puto aire!) los MCs intentaron prender a un público que, aunque parcialmente receptivo, estaba desangelado, quizás por no ser un grupo muy nutrido, quizá porque el espacio no era lo más adecuado, quizá porque el sonido era una reverendo insulto al arte de la música, quizá porque todos eran españoles y habían ido en su mayoría sólo por eso y no porque les gustara el hip hop. "La cocinera" y "Por la noche" hicieron cantar y bailar al respetable, pero lo demás se perdió en la masa informe de un sonido amalgamado y desprovisto de detalles.






Así que mejor nos fuimos para atrás a platicar mientras tomábamos cerveza "Alhambra" tibia, porque el sonido era un muro impenetrable que hacía irreconocibles las palabras y la música. Una verdadera pena.

Lamentamos que un show así no se hubiera promovido más, sobre todo con el público anglosajón. Me recordó el maravilloso concierto de Chico Mann en el Spitz, el cual presenciamos tan sólo un puñado de personas. El Imperio se sigue mirando al ombligo y no tiene la menor intención de conocer la música que se hace más allá de sus fronteras. (Rodrigo y Gabriela le abrieron a Muse en la nueva Wembley, y en su reseña Simon Price no dijo ni pío). En este caso, también parecía cierto que nadie que no fuera español o hispano se había enterado de esta fiesta-concierto.

Se agradece que los promotores hayan traído a Londres a la Mala; fue una buena iniciativa obviamente independiente, sin patrocinios y organizada por un puñado de personas. Sin embargo, hay algo de triste en que alguien como ella no haya sido promovida entre el público local (lo que sea que eso signifique en Londres; me refiero al público no estrictamente español).

Después de la Mala alguien se puso detrás de la PC y puso de chile y de manteca. Primero puso Blur ("Girls and Boys"), luego puso Molotov ("Puto") y para sorpresa de este mexicano todos los españoles en la casa se pusieron a bailar y cantar más y más fuerte que con la Mala misma; luego el ponerolas en cuestión nos dio una cachetada en nuestro principio de realidad poniendo bloody friggin' Maná, sólo para ver los gestos de deleite infinito que esto causaba en la concurrencia. Luego El Gran Silencio y luego Los Fabulosos Cadillacs. ¿Se imaginan la reacción del público mexicano si en un concierto de hip hop pusieran a Maná? Yo creo que queman el lugar (o cuelgan al deejay). Nunca pensé que lo diría, pero en esos momentos, ¡ah, cómo extrañé México! Entre más tiempo paso en Londres, más me convenzo que la gente que lo ha tenido todo pierde todo criterio de selectividad y todo lo da por sentado. Hay formas del relativismo posmoderno que deberían prohibirse, la verdad.

Cuando comenzó a sonar Jet un profundísimo sentimiento de "been there done that, and better" me embargó. Ya nada tenía sentido. Dejamos el lugar entre el vómito de féminas nostálgicas de las noches de marcha por las tierras de Gacilaso y Alarcón. Caminamos a casa preguntándonos por el sentido de la vida, murmurando,


Lo fáci cae ligero lo duro pesa mucho
el tiempo va volando ya que puede tiene que vola
cada uno en su luga
todo esta mu claro
tu origen te marca tu eliges la charca
donde quieres remar

junio 23, 2007

EN BUSCA DEL SONIDO PERDIDO: Walls, Apparat



Apparat
2007
Walls
Shitkatapult
Electrónica





...una espléndida melancolía del glitch...ternura dancefloor...


Apparat (alias donde se esconde el inquietante Sascha Ring) el año pasado cobijó ciertas inquietudes suyas bajo el Orchestra of Bubbles con la colaboración de Ellen Allien: un hermoso disco pleno de atisbos electrónicos de inesperada frescura técnica. Ahora Sascha Ring apuesta por el camino solitario para seguir en las honduras intímas entonadas en la voz de Raz Ohara (quien participa en cuatro tracks) Walls es un mapa pródigo en hallazgos de pronto abstractos, abarrotados de minimalismo en ataque de desasosiego. El primer track (Not a Number) sólo es un arranque de marimba breve que inquieta por la serenidad de los arreglos de cuerdas que demuestran de entrada una pulcritud electrónica en agilidad continua que remite a Steve Reich. Y cuando el tono del disco parece ya establecido se descubre una canción con un registro radical/ diferente (Hailin from the Edge en la voz de Raz Ohara) funkpost a la Recoil. El track 4 (Limelight) se nutre de la veta del Orchestra of Bubbles indudablemente, pero manifiesta que el sonido de Apparat es suma de brevedad sonora que se construye de forma tan accesible en este disco: pasajes retorcidamente tristes/alegres plenos de falsa calma. Walls es un hermoso guiño al glitch con tonos ambient todavía con halo de misteriosa tormenta.

junio 11, 2007

5 para mentar madres

Llega el 2o. episodio del podcast de casa. Esta vez el tema es... oh, fuck it.

1. Fuck You - Ani DiFranco
2. If There's No Hope (For Us) - Arab Strap
3. Never Here - Elastica
4. Go To Hell, Miss Rydell - Pelle Carlberg
5. Get Gone - Fiona Apple


Pueden clickear con el botón derechoen este link para guardarlo.

Enjoy.